sábado, 19 de septiembre de 2009

Unos porques a la violencia contra las mujeres.

Yo pediría a las instituciones que hicieran incapie en la sociedad consumista, toda la publicidad, toda sin excepción, incide una y otra vez, en que has de hacer lo que quieras para ser feliz. Que te has de comprar cosas innecesarias porque si, sin motivo, solo porque lo quieres, sin tener en cuenta la necesidad, el merecimiento. Y como es un bombardeo constante, la sociedad acaba por normalizarlo.
Hago lo que quiero sin tener en cuenta las consecuencias y así soy feliz.
Fijaros en la respuestas que dan a cualquier barbaridad, "lo hice porque me apetecía", y quien en esta sociedad te vende que esa es la felicidad? El consumismo y la publicidad ligada a el. Y es algo que llega a todas las generaciones. Culpamos a padres, educadores, legisladores y ellos también son victimas de la estructura económica en la que nos vemos envueltos.
Hay que acabar con el hago lo que quiero, empezando por poner unas normas éticas muy estrictas a la publicidad, por mucho que se diga, de forma falsa , que se recorta la libertad de expresión, lo que se esta haciendo es un abuso de esa libertad.
Este seria el primer paso, luego habría que seguir con los don nadie que se adueñan de las televisiones, fracasados sociales a los que se les encumbra. Gente desequilibrada, que no sabe cual es su lugar en la sociedad, que con su vulgaridad se atreven a dar consejos y opiniones sobre temas en los que son ignorantes totales. Que donde deberían estar es en la consulta del psiquiatra en vez de ser héroes sociales.
También esta la música , sobre todo la latina, donde la mujer es un puro objeto sexual, que ha de someterse a todos los deseos del hombre, que por desgracia hay muchas mujeres que caen es este sometimiento, viven en entornos familiares machistas, alimentados por sus propias madres. Son sus madres las que ponen esta música todo el día a sus hijas, y lo que parece un divertimiento es en realidad una inculcación, se han de exibir y ofrecer a cualquier hombre.
Es mucho lo que hay sobre el tema, y la parte de la educación es solo la punta del iceberg. Hay mucho mas por debajo que es donde esta lo verdaramente peligroso.
Estamos en una sociedad que conoce a la perfección sus derechos, pero no tiene ni idea que tiene deberes.
A quien no le ha sucedido que ha ido a quejarse a un vecino por la música excesivamente alta y el vecino todo sorprendido no entiende que si el bien tiene derecho a escuchar lo que le apetezca, tiene el deber de no molestar a nadie. Y es que no lo entiende y eso es lo peor.
No solo es egoísmo social, es desconocimiento pleno de las obligaciones sociales.
Ya se tiene por seguro que las normas, las leyes, son para listos y para tontos, los listos se las saltan y los tontos las cumplen. No saben que las normas sociales, las leyes, son para facilitar la convivencia, para nada mas. Quien se las salta atenta contra toda la sociedad.
Y ahí entra el maltrato a la mujer, quien maltrata a una mujer, se vanagloria de ello , "porque he querido" y abre la puerta a otro maltratador.
Al maltratador hay que castigarle legalmente, pero socialmente también, una vez juzgado hay que dar nombres y apellidos, imagen, que todo el mundo le conozca, un seguimiento a su vida, para que se vea como queda después de unos años de cárcel y de una exclusión social. Que no es ningún héroe, que es un fracasado.
Hay un perdón social encubierto y hay que acabar con el.
Con respecto a la protección de las mujeres que ya han denunciado, que ese es otro tema, si bien es cierto que no hay suficientes policías para darles protección, si hay escoltas de sobras para realizar esa función, el estado ha de dotar de un presupuesto para contratar escoltas para este menester.
Denuncias, son muchas las que no denuncian, por muchos diferentes motivos, y no hay que culparlas, el miedo, su condición social, su educación (mala), las condiciona a la hora de no denunciar. Somos los amigos, vecinos, conocidos, los que debemos denunciar esas situaciones de violencia, sin que valga la estúpida excusa de que no es mi casa y en casa de los demás no me meto, y que las autoridades tomen muy en serio estas denuncias.
Hay muchisimo mas que decir sobre el tema.. Esto es solo una pequeña parte..

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